César Urbano Taylor: Las malas gestiones inmobiliarias
Hay normas que deben ser aplicadas para tramitar las respectivas licencias habitacionales, a través de los POT. Las mismas, pueden clasificarse en diferentes tratamientos, como lo son el desarrollo, consolidación, conservación, mejoramiento integral y renovación, y se deberá verificar un diseño que genere un sistema de reparto de cargas y beneficios entre las entidades involucradas.
Es importante tener en cuenta las características, cada uno de los recaudos para la constitución de la infraestructura, los costos de mantenimiento y contabilidad, conjuntamente con los trámites de fiducia mercantil, combinado con las carteras colectivas inmobiliarias o la titularización de la misma.
La vigencia de este tipo de arrendamientos es mayor a dos años, y tienen la obligación de mantener el bien en el estado en que se recibió el mismo corresponde al arrendatario, mientras que las reparaciones de envergadura mayor, o caso fortuito, quedan en manos del arrendador.
En este contexto, el arrendatario que incumpla sus obligaciones puede ser forzado a irse y para ello, el arrendador puede iniciar un proceso de restitución de tenencia del inmueble (por lo tanto el caos aparecerá). Cuando esto ocurre, puede abrirse un proceso que tarda, por lo general, aproximadamente 18 meses.
Esto se suele dar por variables como los costos, gastos y beneficios que generan una disyuntiva en el manejo de riesgos, los cuales pueden transferirse hasta tener que llegar a instancias como lo son emplear figuras como la retención en garantía, el contrato de seguro y la limitación de responsabilidad frente a los daños, a fin de distribuir equitativamente los riesgos.
En busca de garantizar la ejecución de los contratos, se usan mecanismos excepcionales como las pólizas de cumplimiento, de calidad de la obra, o del bien o servicio, del manejo del anticipo y de responsabilidad extracontractual, entre otras. Finalmente, y antes de que un inmueble pueda ser habitado, deben hacerse las cosas bien.
