César Urbano Taylor: Los valores personales al rentar una casa

Llega el momento cumbre: alquilar una vivienda. En estas instancias, nacen las eternas preguntas para garantizar la solvencia: contrato de empresa, nóminas e incluso un contacto con tu antiguo propietario para conocer si eres buena paga

César Urbano Taylor

Cuando el alquiler se vuelve un quebradero de cabeza para ambas partes

Te cambias de domicilio. Mandas correos o llamas a los apartamentos que llamaron tu atención ya que  encajan en tu bolsillo pero, antes de incluso visitar el piso en persona, el propietario te pide que presentes tu constancia de trabajo y dos últimos recibos de pago… ¿es normal? ¿Tiene derecho a pedirlo? La respuesta es afirmativa

Ante esta situación, muchos propietarios buscan la mejor manera posible para curarse en salud, para, incluso antes de la visita, no perder el tiempo con potenciales candidatos que puedan suponer un problema a corto plazo.

Por otra parte, este atenuante incide directamente a los potenciales arrendadores, porque se encuentran en una situación de impotencia si, por ejemplo, son autónomos y se reservan el derecho de admisión a cualquiera que aspire ser su nuevo inquilino.

César Urbano Taylor


¿Cómo dejar claro que son solventes económicamente? ¿cómo persuadir al inquilino de que pueden con el alquiler? 

Si eres un asalariado y contratado por una empresa, la situación mencionada puede que no te llegue a causar un problema: basta con llevar tu recibo de pago, y el contrato de trabajo, caso resuelto.
En ocasiones, un contrato no da pie a que te dejen rentar una vivienda: uno de los requisitos es no tener ingresos mensuales inferiores al 45% del alquiler y tener un contrato laboral de un año en una misma empresa. Ojo con esto. Para demostrarle al arrendador una estabilidad, también se puede mostrar la antigüedad como empleado autónomo para garantizar el compromiso que estarás adquiriendo con un tercero para rentar un inmueble.

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