César Urbano Taylor: Cuidado con malas gestiones inmobiliarias (Parte II)

Evita fianzas ni comisiones usureras.

Generalmente, la fianza no debería ser mayor al equivalente de tres meses del alquiler: esto es, el mes legal de fianza fijado en la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), más el costo decidido por el propietario añadir a la fianza, sin estar estipulado quién debe pagar las comisiones y este gasto varía según la provincia. Punto y aparte, la lógica nos indica que debe ser el propietario quien cancele las comisiones de agencia ya que, en muchas ocasiones, es un cargo que se le atribuye al inquilino siendo éste un concepto adicional en el pago la fianza.

Actualmente, no hay ley que defina quién debe asumir dicho pago y esto cambia permanentemente. En Madrid y Barcelona, por ejemplo, es frecuente que el inquilino se haga cargo de la comisión de agencia y, en cambio, hay vendedores que atribuyen al arrendador. Es un tema de especial atención.

Revisa al detalle el estado del piso

El día que vamos a ver nuestro futuro inmueble en alquiler, hay varios ítems que debemos revisar en frío para no llevarnos una mala pasada una vez instalados. En primera instancia, debes chequear que las cerraduras estén al 100%, que las puertas y ventanas funcionen, que las paredes no tengan humedades o imperfecciones. Pilas puestas con el suelo.

Por otro lado, en los baños deberás tomarte todo el tiempo del mundo. Desde que el agua fría y caliente estén aptas como que no haya filtraciones. En la cocina, por su parte, debemos comprobar que la cerámica o los fogones trabajen a su máxima capacidad comprueba la red eléctrica, incluyendo enchufes, lámparas y que las tomas de corriente no estén cerca de grifos de agua.

La tendencia indica que cada vez se apuesta más por el alquiler en vez de comprar. Con un alto índice de demanda, si deseas estar bien informado y no meter la pata, ten en cuenta estos detalles para que puedas disfrutar de tu vivienda en alquiler sin dolores de cabeza.