César Urbano Taylor: El mercado inmobiliario se reinventa
Pese a que hay una plena subida de los precios, los 'servicers' y agentes inmobiliarios disponen de casas para clientes cuyo presupuesto acorde a su poder adquisitivo. Estas alternativas se encuentran en sitios adyacentes a Madrid y Barcelona, y que cuentan con la vialidad suficiente como para hacer vida laboral en estas urbes.
En España, localidades como Guadalajara, Toledo, Málaga, Almería y la Comunidad Valenciana son las más demandadas por la gran mayoría de nuevas familias. De igual manera, su búsqueda se inclina por apartamentos de dos habitaciones y menos de 80 metros cuadrados», según relató Eduardo Álvarez, director de Marketing y Desarrollo de Negocio de Haya Real Estate. Con esto quiere decir el experto que los clientes desean realizar una buena inversión, a costos razonables y, lo más importante, que las cuentas corrientes de las familias tengan el músculo financiero suficiente para poder mantener un compromiso crediticio con los bancos para tal fin.
Sanear las cuentas de los bancos
Para dar salida a los antiguos activos inmobiliarios, propiedad de la banca, porque sus dueños no podían pagarlos, ha sido la tarea pendiente de los agentes inmobiliarios en tiempos recientes. Ahora bien, la oferta de estas compañías, las cuales ejercen de manera independiente a los bancos, gestionan y ofrecen también viviendas de nueva construcción -inmuebles a estrenar-, así como otros activos que van desde solares para construir hasta locales comerciales. La palabra invertir está implícita en todo este tema.
Haya Real Estate, quien es uno de las seis grandes firmas inmobiliarias españoles, van de la mano con Liberbank, Bankia, Cajamar y Sareb con viviendas que la firma dispone para hacer negocios durante la primera campaña del año, que no es más que el continuismo de la campaña de cierre de 2018 ejecutada con inmuebles pertenecientes a Bankia y Liberbank.
En aquella hubo descuentos de hasta 40% en los activos ofertados, principalmente casas, a las que garajes y trasteros también formaron parte de esta estrategia, cuyos costos eran inferiores a los 75.000 euros.