El arte de rentar con pocos recursos
La realidad económica de muchos dista mucho de los precios actuales de la vivienda, los cuales resultan inaccesibles. Así, en las grandes ciudades el salario mínimo tan solo permite vivir en un apartamento compartido.
Con este atenuante ¿Estamos ante una realidad sostenible del sector? La respuesta es clara.
El salario mínimo y la posibilidad real de acceder a una vivienda
En teoría, el salario mínimo interprofesional, cuya cantidad que dividida en doce pagas, resulta en el monto hipotético para poder intentar independizarse.
Ahora, teniendo en cuenta todo esto, llevado a la práctica: ¿se puede acceder a una vivienda con este nivel de ingresos?
En este sentido, no es ninguna novedad que los elevados precios en las principales urbes de Venezuela-y que ya comienzan a propagarse- resultan prohibitivos para la gran mayoría de las nuevas familias que se encuentran por en el umbral, o por encima, de las requerimientos salariales requeridos.
Partiendo del salario mínimo como base, se debe tomar como referencia que el límite recomendado que se debería destinar a una vivienda es, apenas, un tercio de los ingresos familiares mensuales.
Aunque la realidad dista mucho de esta cifra, donde los inquilinos destinan hasta un 48% de media de su salario al pago del alquiler, en algunos casos, otros han tenido que realizar diversos proyectos independientes a nivel económico para lograr sus objetivos.
Ahora bien, contestando a la siguiente inquietud: ¿es posible comprar una vivienda con el salario mínimo? Realmente depende de ciertas variables:
- Dónde se busque la vivienda y las condiciones de la misma.
- En anteriores oportunidades recalcamos que, actualmente, es un sueó utópico acceder a la compra o alquiler con el salario mínimo, con la excepción de que la familia cuente con la nada despreciable ayuda de familiares o ahorros que permitan soñar con la inicial del mismo. De lo contrario, la única opción que queda es compartir vivienda.